Pizzería Güerrín: Orgullo argentino y templo de la pizza porteña

En el corazón de la Avenida Corrientes, donde las luces del teatro se mezclan con el murmullo de la ciudad, hay un aroma inconfundible que flota en el aire: el de la pizza recién horneada de Pizzería Güerrín, uno de los lugares más emblemáticos de Buenos Aires.

Fundada en 1932, esta tradicional pizzería no solo es una institución para los porteños, sino que tambien recibió un reconocimiento internacional: fue incluida entre los 20 restaurantes más legendarios del mundo, según el prestigioso sitio especializado en gastronomía Taste Atlas.

Una pizza con identidad propia

Pero, ¿qué tiene de especial la pizza porteña? ¿En qué se diferencia de la italiana, su “madre patria”?
La historia comienza a fines del siglo XIX, cuando la inmigración italiana llegaba en masa a Buenos Aires. Se cree que la primera pizzería de la ciudad abrió en el barrio de La Boca, en la calle Del Crucero. En su fachada podía leerse la frase: “Sole, pizza e amore”.

Fue también en La Boca donde, en 1893, el genovés Agustín Banchero abrió su pizzería y dio origen a una de las estrellas de la gastronomía argentina: la fugazzetta con queso. Esta creación, con su combinación irresistible de masa, cebolla y queso fundido, es parte fundamental del ADN pizzero nacional.

¿Cómo nació la pizza argentina?

A diferencia de la italiana, la pizza porteña se caracteriza por su abundancia. La masa suele ser más gruesa, cocida al molde, y lo que no puede faltar es el ingrediente estrella: mucho queso, preferentemente muzzarella.

Este cambio no fue casual. Los inmigrantes italianos que llegaron tras la Segunda Guerra Mundial encontraron en Argentina una tierra fértil y generosa. Fascinados con la disponibilidad de alimentos, comenzaron a cocinar con exceso, transformando recetas europeas en versiones más abundantes y sabrosas. Así nació esta pizza bien argenta, con personalidad propia.

Güerrín, mucho más que una pizzería

A lo largo de las décadas, Güerrín se convirtió en un punto de encuentro para generaciones de porteños y turistas. Su mostrador siempre activo, el ir y venir de mozos, las porciones al paso sobre servilletas dobladas y la posibilidad de compartir mesa con desconocidos la convirtieron en un símbolo de Buenos Aires en su versión más auténtica.

Visitar Güerrín no es solo comer pizza: es vivir una experiencia urbana cargada de historia, sabor y tradición. Desde los clásicos como la muzza o la fugazzetta, hasta las versiones con jamón, provolone o roquefort, cada porción lleva una parte del alma de la ciudad.

Un ícono porteño que conquista el mundo

Que Taste Atlas haya incluido a Güerrín entre los 20 restaurantes más legendarios del mundo no es casualidad. Es el resultado de casi un siglo de historia, dedicación y una receta que nunca falla: calle Corrientes, horno encendido y pizza en mano.

La próxima vez que camines por el centro, no te pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia.
Porque en Buenos Aires, la pizza no solo se come: se celebra.

Comparte el articulo:

Otros artículos

Te dejamos el listado de todos los museos que abren gratis. ...
En el corazón de la Avenida Corrientes, donde las luces del teatro ...
Argentina, un país vasto y diverso, es un destino que ofrece una am...
La Boca, un barrio emblemático en la capital argentina de Buenos Ai...

Envié su consulta por WhatsApp

Solicitaremos algunos datos básicos para poder brindarte un servicio a medida.